Gabor Maté, médico y experto en trauma y adicciones, entiende la depresión como una respuesta adaptativa que el cuerpo y la mente utilizan para lidiar con el dolor no procesado, y no como un defecto o patología. Esta visión representa un cambio significativo en la comprensión de la salud mental, alejándose del modelo médico hacia uno más integrador.
La depresión más allá del desequilibrio químico
Para Maté, la depresión no es simplemente un desequilibrio químico, sino un síntoma de una desconexión más profunda consigo mismo y con los demás, a menudo enraizada en la infancia. Esta perspectiva contrasta con el enfoque predominante que ve la depresión principalmente como una enfermedad neurobiológica.
Maté argumenta que mientras los cambios químicos cerebrales son reales, representan la manifestación física de procesos emocionales y relacionales asociados, no su causa. Los neurotransmisores alterados son la expresión biológica del dolor emocional, similar a cómo la fiebre es un síntoma, no la causa, de una infección.
La desconexión como raíz de la depresión
Este autor plantea que la depresión surge cuando las personas se desconectan de sus emociones auténticas y necesidades básicas como mecanismo de supervivencia frente a experiencias traumáticas o relaciones disfuncionales. Esta desconexión, inicialmente protectora, se convierte eventualmente en una fuente de sufrimiento.
Según Maté, muchas personas aprenden desde temprana edad a suprimir emociones «inaceptables» como la ira, la tristeza o el miedo cuando estas no son validadas o atendidas por sus cuidadores. Con el tiempo, esta supresión emocional crónica puede manifestarse como depresión, un estado que refleja la pérdida de conexión con aspectos fundamentales de uno mismo.
El ciclo de la autocrítica y la vergüenza
La depresión frecuentemente involucra un ciclo de autocrítica y vergüenza que se perpetua indefinidamente. Las personas deprimidas tienden a internalizar mensajes negativos recibidos durante su desarrollo, creando una voz interna crítica que refuerza sentimientos de inutilidad y desesperanza.
Maté observa que muchos pacientes deprimidos han internalizado estándares inalcanzables de perfección y valía, generalmente absorbidos de entornos familiares donde el amor y la aceptación estaban condicionados al desempeño o el cumplimiento de expectativas externas.
El cuerpo como registro del trauma
Un aspecto fundamental del trabajo de Maté es su comprensión de cómo el trauma se inscribe en el cuerpo. El estrés crónico asociado con experiencias traumáticas y la supresión emocional sostenida pueden alterar diversos sistemas corporales, incluyendo el inmunológico, hormonal y nervioso autónomo.
Esta perspectiva psicosomática explica por qué la depresión frecuentemente se acompaña de síntomas físicos como fatiga, dolor, alteraciones del sueño y vulnerabilidad a enfermedades. El cuerpo lleva la carga del trauma no procesado, comunicando a través de estos síntomas lo que la mente consciente ha olvidado o suprimido.
El camino hacia la reconexión y la sanación
Maté enfatiza la importancia de reconectarse consigo mismo y con los demás para sanar la depresión. Esto implica reconectarse con las emociones reprimidas, practicar la autocompasión y buscar apoyo en relaciones seguras y auténticas.
El proceso de sanación, según Maté, involucra varios componentes interrelacionados:
- Conciencia compasiva: Aprender a observar los propios pensamientos, emociones y sensaciones corporales sin juicio, reconociendo que incluso los estados más dolorosos tienen una función adaptativa.
- Expresión emocional auténtica: Permitirse sentir y expresar emociones previamente reprimidas en un entorno seguro, facilitando la integración de experiencias traumáticas.
- Reconexión con necesidades auténticas: Identificar y honrar las propias necesidades emocionales, físicas y relacionales, muchas veces ignoradas por adaptarse a expectativas externas.
- Transformación de narrativas limitantes: Cuestionar y reescribir las historias internalizadas sobre uno mismo, reconociendo su origen en experiencias pasadas que ya no son relevantes para el presente.
- Desarrollo de relaciones nutricias: Cultivar vínculos basados en la autenticidad, vulnerabilidad y respeto mutuo, creando nuevas experiencias relacionales correctivas.
De la patología a la posibilidad
La perspectiva de Gabor Maté sobre la depresión transforma lo que tradicionalmente se considera una patología en una oportunidad para el autodescubrimiento y el crecimiento personal. Al entender la depresión como una respuesta adaptativa a circunstancias vitales difíciles, Maté devuelve a quienes sufren la capacidad de hacerse cargo de su situación, reconociendo su innata capacidad de sanación cuando se les proporciona el entorno y apoyo adecuados.
Esta visión compasiva reconoce el sufrimiento inherente a la depresión mientras simultáneamente honra la sabiduría del organismo que, incluso en los estados más dolorosos, busca constantemente el equilibrio y la integración. La depresión, vista a través de esta lente, no es meramente un trastorno a eliminar sino un mensajero que invita a una vida más auténtica y plena.
El camino hacia la reconexión comienza con un pequeño paso
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